Foto: Cruz |
En el extremo septentrional de la Isla Norte de Nueva Zelanda, a unos cuatrocientos cincuenta kilómetros de Auckland, se encuentra el Cabo Reinga (o Cape Reinga), accidente geográfico que marca el límite entre el Mar de Tasmania y el océano Pacífico.
El faro de Cabo Reinga es uno de los elementos icónicos de Nueva Zelanda. Fue construido en 1941 e inaugurado en mayo de ese mismo año. El faro de Cabo Reinga sustituye a otro situado en la cercana isla de Motuopao, que había sido construido 1879. Este faro tenía muy mal acceso debido a la mala mar en la zona, así que en 1938, se decidió trasladarlo, por razones de seguridad, a Cabo Reinga.
El faro funciona con energía fotovoltaica. Se automatizó en 1987 y está monitorizado por ordenador desde Wellington. Tiene un alcance de 26 millas, y es la primera luz de Nueva Zelanda que ven los navegantes.
La vista que desde el cabo se tiene hacia el norte es realmente espectacular, especialmente al atardecer. Desde su altura se puede contemplar el encuentro de las aguas del Mar de Tasmania con las del océano Pacífico, reunión que no es serena sino más bien turbulenta (especialmente durante la marea alta) y dificulta la navegación.
El Cape Reinga tiene para los maoríes (habitantes originarios del país) un valor especial. Según sus creencias ancestrales, desde allí parten los espíritus de los muertos hacia Hawaiki, tierra desde la que, según la tradición, llegaron los primeros maoríes a Nueva Zelanda.
Localización