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jueves, 21 de enero de 2010

La mujer del faro

Autora: Ann Rosman. Editorial Salamandra 2009. ISBN 978-84-9838-308-9


"Apasionada a la navegación a vela y de su trabajo de policía, Karin Adler espera la ocasión de emprender su primer caso criminal. Por fin, cuando en el viejo faro de un islote frente a la pintoresca villa de Marstrand aparece un cadáver detrás de un tabique, la investigación cae en manos de Karin y de su compañero, el puntilloso agente Folke. Al principio sólo cuentan con un breve listado de desparecidos y un anillo de boda; sin embargo, cuanto más profundizan en la historia de los habitantes de la localidad mayor es la distancia entre el apacible paisaje y la turbia realidad. La aparición del cuerpo sin vida de un submarinista vuelve acuciante la necesidad de esclarecer los orígenes de un drama que comenzó hace más de sesenta años.

Una agente de policía navegante, una isla presuntamente idílica y una trampa mortal. A estos ingredientes, Ann Rosman, la nueva estrella del firmamento de la novela escandinava, añade una convincente mirada sobre la cotidianidad y compone un apasionante panorama contemporáneo de la vida en una Suecia desconocida para la mayoría."

Cuando leí esta sinopsis en la librería, antes de comprar el ejemplar, pensé que podría tratarse de una muy buena novela de acción, intriga y misterio. Nada más lejos de la realidad. Me resultó una historia aburrida, desaliñada, mal hilvanada y con personajes convencionales: la protagonista, por ejemplo, muy buena, muy mona, muy preparada, inteligente, etc., etc.…. 

Creo que la autora ha tenido una idea fantástica pero no ha sabido desarrollarla. Su apurada narrativa no logra imprimir ese ritmo que precisa toda historia de acción e intriga, capaz de cautivar al lector. El título es totalmente engañoso. Uno, presuponía que se iba a encontrar con pasajes cotidianos de la vida en un faro. De eso, tampoco. Como resultado, un "truño", que diría el Calamar. Ah, se me olvidaba. Dice la autora que esta novela es "el primer caso de Karin Adler". Así que me temo que habrá más. Uuufff.¡¡¡¡¡¡

Un saludo

Luisu